El FC Barcelona se ha coronado esta noche como el mejor equipo de Europa por tercera vez en su historia. Los de Pep Guardiola han demostrado a todo el mundo que a día de hoy son imparables, pues rozan la perfección y son capaces de ridiculizar a grandes equipos como el de esta noche, un desconocido Manchester United.
Y no se piensen que el conjunto que entrena Sir Alex Ferguson es una banda de amigos, no. Eran los actuales campeones de Europa y venían de ganar la Premier League. Sin embargo, cuando tienes delante a un equipo con jugadores como Messi, Xavi o Iniesta, de poco te sirve lo que hayas ganado antes.
La esperadísima final de Roma se inició con algo de confusión por parte del Barça. El ‘ManU’ dominó durante los primeros 10 minutos y Cristiano Ronaldo llevó bastante peligro a la portería defendida por Victor Valdés. Afortunadamente para los nuestros, en la primera llegada, Samuel Eto’o hizo una de las suyas y adelantó a los catalanes en el minuto 11. Recibió algo escorado en el área, regateó con relativa facilidad a Nemanja Vidic y batió a Van der Sar con un disparo envenenado que el holandés pudo tocar ligeramente.
A partir de ahí el Barça fue el amo y señor del partido. Se esperaba más de un Manchester que estaba muy apático, metido atrás y viéndolas venir. Realmente no sé si es porque se pensaban que el gol llegaría por arte de magia o porque tenían miedo de salir al ataque por si en una contra los fulminaban. Fuera por lo que fuera, el resto de la primera parte y también la segunda fue de total dominio culé.
En esa segunda mitad, tímidamente tuvieron más el balón los «diablos rojos» (hoy más entre comillas que nunca) en los primeros compases. A pesar de ello, las ocasiones no llevaban peligro y el partido daba la sensación de estar controladísimo. Tanto es así que Leo Messi anotó la sentencia con un excepcional remate de cabeza que hubiera firmado el mismísimo Luca Toni. El argentino aprovechó un impecable centro de Xavi para volar por encima de sus posibilidades y batir a Van der Sar con un remate al palo largo. Era el minuto 70 y la final de la Champions League y el Balón de Oro 2010 parecían estar más que encarrilados.
Los últimos minutos fueron de tiki-taka azulgrana. El Manchester se sabía perdedor y la impotencia se reflejaba en duras entradas como la de Cristiano Ronaldo a Puyol o la de Paul Scholes a Sergio Busquets, totalmente innecesarias. El portugués demostró ser un completo chulo de playa que no sabe perder.
Ahora sólo queda felicitar al FC Barcelona por su impresionante triplete en un año que costará de olvidar. Probablemente es el mejor equipo de todos los tiempos, para mí por lo menos lo es. Además de calidad futbolística está lleno de calidad humana. Guardiola ha sabido hacer una piña, todos van a una y eso se nota en el campo.
¡Felicidades campeones!