El FC Barcelona logró clasificarse por quinta vez consecutiva para las semifinales de la Champions League. Lo hizo a lo grande, derrotando a un «todopoderoso» Milan que se excusó en el arbitraje para justificar su derrota en el Camp Nou por 3-1.
Los de Pep Guardiola salieron muy enchufados, con ganas de marcar. Leo Messi era el jugador más activo de todos, pero no tenía suerte de cara a puerta. Sin embargo, en una jugada que desperdició al no disparar a puerta, el balón le volvió por error de la defensa milanista y Alessandro Nesta cometió penalti. Hubo pocas protestas y Messi subió el 1-0 al marcador en el minuto 11 ajustando el balón al palo derecho de la portería defendida por Abbiati.
Los italianos no creaban demasiado peligro de medio campo hacia adelante. Pero claro, nunca te puedes fiar porque tienen jugadores de mucha calidad como por ejemplo Zlatan Ibrahimovic. El sueco asistió de maravilla para que Nocerino pusiera el empate a uno en el marcador que les daba la clasificación. Corría el minuto 32 y todavía quedaba un mundo por delante.
Diez minutos más tarde llegó la jugada polémica de la noche. El colegiado holandés Bjorn Kuipers pitó penalti sobre Sergio Busquets por un claro agarrón de Nesta. Los ‘rossoneros’ protestaron sin razón, era penalti sin discusión. Es verdad que muchos dicen que agarrones hay en todos los partidos y no se pitan, pero reglamento en mano se tienen que pitar. Messi repitió cambiando de lado para engañar a Abbiati.
Tras la reanudación el Milan lo intentó tímidamente. Puso toda la carne en el asador pero no fue suficiente para inquietar a Víctor Valdés. Además, en el minuto 53 llegó la sentencia gracias a un gol de Andrés Iniesta. El manchego tuvo suerte porque le llegó un balón rechazado a pocos metros de la portería que supo definir cruzando el balón ante la salida de Abbiati.
Ahora el Barça se medirá al Chelsea o al Benfica en las semifinales de la presente edición de la Champions League. Todo apunta a que serán los ingleses tras el 0-1 de la ida, pero los portugueses no descartan dar la sorpresa en Stamford Bridge.