Saltaron algo más que chispas en el partido que se disputó anoche en el Vicente Calderón. El Atlético de Madrid preparó un ambiente infernal para afrontar la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey. El 1-0 en contra que debían levantar les obligaba a exprimir al máximo el factor campo, pero a determinados jugadores se les vio demasiado revolucionados e hicieron cosas de las que hoy seguramente se arrepienten.
Torres abrió la lata muy pronto
El Barça ganó por 2-3. Todos los goles se vieron en una primera parte increíble que empezó de la forma más inesperada. Tal y como ya sucedió en el Santiago Bernabéu días atrás, Fernando Torres adelantó a los suyos en a los 40 segundos. Javier Mascherano se equivocó al ejecutar un pase largo hacia el centro del campo y el balón acabó en las botas del ex del Milan. Con una maniobra excepcional se deshizo del argentino y se sacó un latigazo en décimas de segundo que sorprendió a Marc-André Ter Stegen.
Neymar al rescate
La eliminatoria estaba igualada, pero muy pronto volvió a estar del lado azulgrana. Fue gracias a una jugada en la que intervino el tridente mágico. Leo Messi le tiró un caño a Mario Suárez pegado la línea de cal y se la dio a Luis Suárez, que levantó la cabeza y vio como Neymar entraba por el centro libre de marca. El brasileño, que está de dulce, controló en carrera y cruzó el balón a la perfección ante la tímida salida de un Jan Oblak que tapó la portería todo lo que pudo.
Eso pasó en el minuto 9, y 20 después los locales se adelantaron de nuevo. Fue gracias a un penalti cometido por Mascherano del que puede haber dudas. Fue falta, eso está claro, pero es difícil saber si la cometió dentro o fuera del área. El encargado de ejecutar la pena máxima fue Raúl García, que aunque no engañó a Ter Stegen la puso al fondo de las mallas con un disparo seco y potente.
Gol en propia puerta y jugada polémica
Los atléticos creían en la remontada porque solo les hacía falta un gol para estar en semifinales, pero en los últimos minutos de la primera parte se acabó la eliminatoria. Primero porque Joao Miranda se marcó un gol en propia puerta en el minuto 38 a la salida de un córner. Poco después llegó la sentencia en una jugada que no estuvo exenta de polémica. Jordi Alba cometió penalti al taponar un disparo de Antoine Griezmann con el brazo, pero Gil Manzano no señaló nada y en la contra el Barça no perdonó. Fue otra vez Neymar, a pase de un Jordi Alba que corrió la banda a modo de velocista, el que se zafó de Oblak para marcar a placer.
Locura colectiva e individual
La segunda parte fue un quiero y no puedo del Atlético, que pagó su impotencia con los rivales y con el árbitro. Se vieron entradas muy feas (Mario Suárez se fue a la calle al ver la segunda amarilla) y Arda Turan perdió la cabeza por completo. En un forcejeo con Dani Alves perdió la bota y se la lanzó al asistente. Lo más increíble de todo es que solo vio una tarjeta amarilla. Veremos si a posteriori hay alguna sanción (debería haberla).
Los colchoneros acabaron con 9 (Gabi también fue expulsado) y con la sensación de que habían dejado escapar una gran oportunidad. El Barça les mató en acciones de mucha calidad y ahora tendrán que centrarse tanto en la Liga como en la Champions.
¿Villarreal o Getafe?
El Barça, por su parte, prolonga su buena racha y se mete en las semifinales de la Copa del Rey, donde se verá las caras con el ganador de la eliminatoria que enfrenta a Villarreal y Getafe. De momento mandan los castellonenses, que se impusieron a los madrileños por 1-0 en El Madrigal.