Como si de un piso viejo se tratase, el Barça ha decidido colgar a David Villa el cartel de «Se vende». El delantero asturiano no cuenta para Pep Guardiola, quien prefiere confiar en Alexis Sánchez y Cesc Fábregas para apuntalar la zona de ataque durante los próximos años.
En el Santiago Bernabéu ya se vio claramente la apuesta del técnico azulgrana. Villa se quedó en el banquillo para sorpresa de todos y eso es algo que seguramente no le sentó nada bien, sobre todo teniendo en cuenta que la Eurocopa está a la vuelta de la esquina y no puede permitirse el lujo de estar medio año sin jugar.
Villa llegó procedente del Valencia hace dos años a cambio de una cantidad que osciló entre los 40 y los 42 millones de euros. Firmó por cuatro años más otro opcional aunque todo parece indicar que no terminará cumpliendo su contrato en la Ciudad Condal. El Barça le ha colocado en el mercado y él está encantado con la posibilidad de jugar en otra Liga tras perder peso en el equipo.
En los últimos años varios equipos ingleses se han interesado por Villa, así que no sería de extrañar que ahora volvieran a la carga. El Liverpool y el Chelsea podrían ser los más interesados en su fichaje, aunque ambos teóricamente dejaron finiquitado el problema de la delantera con los fichajes de Andy Carroll y Fernando Torres. Eso sí, Didier Drogba no seguirá la temporada que viene y Torres no está rindiendo como se esperaba, motivo por el cual Roman Abramovich podría volver a la carga durante el mercado de invierno para cumplir un viejo sueño.