No todo está perdido para Aleix Vidal. Cuando parecía que no volvería a disputar ni un solo partido relativamente importante como titular, Luis Enrique le alineó ante el Borussia Mönchengladbach en la sexta jornada de la fase de grupos. Es verdad que a nivel deportivo no se jugaban nada, pero sí había dinero en juego y la posibilidad de acabar con una racha negativa de resultados, así que su titularidad sorprendió a más de uno.
Aprovechó su oportunidad en Champions
Aleix Vidal hizo las paces con Lucho de la mejor forma posible. Firmó un gran partido, subiendo la banda cuando era necesario, jugando fácil y defendiendo bien. De hecho, llegó a dar una asistencia de gol y se ganó alguna que otra ovación del Camp Nou, que tiene ganas de ver al ex del Sevilla integrado en la plantilla.
A pesar de que en los últimos tres meses solo había disputado 90 minutos (ante el Hércules en la Copa del Rey), se le vio bastante fresco y fue ganando confianza al ver que las cosas le salían bien. Sus compañeros le apoyaron y cumplió con nota en un compromiso que le abrirá las puertas de más partidos. Recorrió 10.588 metros, que se dice pronto.
De los que no se rinden nunca
Sergi Roberto no es el mejor lateral derecho del mundo y eso es lo que le ha invitado a quedarse, a pesar de que se ha llegado a hablar de un trueque con Joao Cancelo y otras operaciones que le dejaban fuera de juego. Su constancia, el optimismo y una fe ciega en sus posibilidades le han llevado a ese punto en el que es posible revertir una situación negativa. Depende de él que vuelva a tener más oportunidades, y por días como el de ayer no es de extrañar que el club no quiera escuchar ofertas en enero.