El fichaje de Cesc Fábregas por el FC Barcelona parece complicarse cada vez más. El de Arenys de Mar quiere jugar junto a los Piqué, Puyol, Xavi y compañía, pero el Arsenal no se lo va a poner nada fácil. Arsene Wenger es consciente de que perderle supone aspirar a la cuarta plaza como mucho, pues no hay que olvidar que es una pieza clave dentro del engranaje de los ‘gunners’.
En Londres saben que Cesc quiere jugar en el Barça, pero también saben que no dejarán que se vaya a cualquier precio. De momento las ofertas que han llegado por él no han convencido, por lo que puede ser uno de los traspasos más caros del verano si finalmente se confirma.
El club catalán ya ha comunicado al Arsenal que como mucho pueden gastarse 50 millones de euros. Sandro Rosell se ha encontrado las arcas del club algo debilitadas, lo que le ha obligado a no tirar la casa por la ventana justo cuando empieza a mandar.
Cesc no ha querido entrar al trapo y ha desviado la atención hacia sus vacaciones:
He estado centrado en la selección y en lo único que pienso es en descansar, en pasármelo bien en las vacaciones, que nos lo merecemos, y después ya pasará lo que tenga que pasar.