El FC Barcelona remontó con autoridad el resultado adverso que se llevó del Ramón Sánchez Pizjuán hace justo una semana. Los hombres de Pep Guardiola, que hoy sí que estaban al completo, ganaron por 4-0 a un Sevilla que demostró estar muy por debajo de su rival. Antonio Álvarez ha dejado escapar el primer título y pronto podría llevarse un durísimo varapalo, el de quedarse fuera de la Champions League.
Si bien no todos los jugadores titulares de uno y otro equipo saltaron al césped del Camp Nou, sí pudimos ver a cracks como Leo Messi o Xavi Hernández por el lado culé, mientras que los hispalenses saltaban al terreno de juego con Álvaro Negredo en punta y con Diego Capel y Jesús Navas por las bandas. Luis Fabiano esperaba en el banquillo para aparecer en la segunda mitad, cuando la eliminatoria ya estaba demasiado cuesta arriba.
El primero llegó muy pronto, en el minuto 13, el de la mala suerte. Quizá fue por ello que Konko se introdujo el balón en su propia portería tras una gran jugada individual de Pedro, que un año más quiere ser titular por méritos propios. Antes del descanso, Leo Messi empezó con su habitual recital de fútbol ante un Sevilla que hoy fue un coladero. El crack argentino hizo el 2-0 tras recibir un sensacional pase de Xavi Hernández, quién si no.
Antes del descanso Messi hizo el 3-0, esta vez tras un buen pase al interior del área de Dani Alves. Para sorpresa de todos, utilizó su pierna derecha para batir a Andrés Palop, demostrando que no sólo sabe disparar con su mejor pierna, la izquierda. Ya en la segunda mitad, cuando el partido agonizaba en el tiempo de descuento, la ‘Pulga’ hizo el 4-0 final a pase de Andrés Iniesta, que tuvo sus primeros minutos de gloria después de unas merecidísimas vacaciones.
Hay que destacar que Guardiola decidió apostar por Bojan antes que por Zlatan Ibrahimovic, que tendrá que acostumbrarse a ser uno de los habituales en el banquillo si las lesiones no son un quebradero de cabeza para la enfermería culé. Además, David Villa y Adriano debutaron en el Camp Nou. El asturiano estuvo muy participativo y disparó hasta en dos ocasiones a puerta, aunque todavía no se pudo estrenar.
Así las cosas, el Barça logra su novena Supercopa de España, el octavo título de la era Guardiola, el primero que gana Sandro Rosell como presidente.