Se cumplieron los pronósticos y el Barça obtuvo una valiosa victoria en el Old Trafford que le permite soñar con las semifinales de la Champions League. Eso sí, como bien dijo Gerard Piqué tras el partido, no se pueden fiar porque los de Ole Gunnar Solskjaer fueron capaces de eliminar a un PSG que había logrado un 0-2 que parecía definitivo.
Partido sin fisuras (a la espera de las pruebas médicas a Messi)
No fue ni mucho menos el mejor partido de los de Ernesto Valverde, por lo menos en el plano ofensivo. Lo que sí hay que reconocer es que los jugadores estuvieron muy serios durante los 90 minutos y apenas dejaron opciones a un United que demostró estar claramente por detrás.
El primero de la noche subió al marcador en el minuto 12, cuando Leo Messi conectó con su amigo Luis Suárez, que quiso ponerla al segundo palo para dejarle el gol en bandeja a Coutinho y se topó con Luke Shaw, que sin querer batió a David de Gea.
El Barça dominó el partido de cabo a rabo y solo el empuje de los ingleses pudo igualar el tanteador. Messi no estuvo tan bien como de costumbre porque tuvo que jugar durante muchos minutos con la nariz dolorida, ya que se llevó un tremendo golpe de Smalling que le dejó sangrando. Ahora le harán pruebas para ver si tiene una fisura nasal.
¿Otra campanada del United?
Los diablos rojos tendrán que hacer las cosas muy bien para tumbar al Barça en el Camp Nou. A diferencia de lo que sucedió en París, ante un PSG que está acostumbrado a dar el cante en la Champions League, se van a topar con un equipo muy serio que este año se ha planteado como principal objetivo ser campeón de Europa (y de paso conseguir el triplete).