O mucho cambian las cosas en las próximas semanas, o este Barça no tiene nada que hacer en la presente edición de la Champions League. Con Quique Setién todo sigue igual y da la sensación de que solo Messi puede sostener a una plantilla que no solo es corta, sino que encima está sufriendo un aluvión de bajas que complican la consecución de los dos principales títulos en los que siguen con vida: LaLiga y la Champions.
¿Resultado suficiente?
Anoche cosecharon un empate a uno en Nápoles que les sitúa con ventaja de cara al partido de vuelta. En el Camp Nou se supone que ganarán, aunque eso es algo que ya nadie se atreve a afirmar después de ver a equipos como el Levante o el Getafe mereciendo rascar algún punto en el feudo azulgrana.
El belga Dries Mertens adelantó a los italianos con un golazo en el minuto 30. Aprovechó un error de Junior Firpo para ponerla muy cerca de la escuadra, imposible para Marc-André ter Stegen.
Tras la reanudación, en el minuto 57, Antoine Griezmann hizo el 1-1 definitivo aprovechando una asistencia en bandeja de Nelson Semedo, que sigue siendo de lo mejor del Barça esta temporada.
El Barça acabó con 10
El Nápoles no se vino abajo y buscó el 2-1 con insistencia. José Callejón tuvo la más clara, pero se equivocó al controlar dentro del área culé y Ter Stegen llegó a toda prisa para dejarle sin opciones de marcar un gol cantado. Poco después Arturo Vidal vio dos tarjetas amarillas seguidas por descerebrado y Gerard Piqué se lesionó (es seria duda para el Clásico). Así las cosas, el 1-1 fue un resultado bueno para este Barça que no tiene nada claro hacia dónde va.