El Barça no tuvo problemas para finiquitar una eliminatoria que estaba muy encarrilada tras el 2-0 de la ida. Sufrió con las primeras embestidas de una Real Sociedad que salió a por todas desde el primer minuto, pero todo cambió cuando apareció Leo Messi.
El argentino marcó el único gol de los azulgrana en toda la noche. Fue en el minuto 27, cuando arrancó con mucha decisión para encarar a varios defensas antes de soltar un potente disparo que no acertó a despejar Zubikarai.
La Real tiró de orgullo, pero no fue suficiente
El gol, y el cansancio acumulado, pesó demasiado en las piernas y en la cabeza de los jugadores donostiarras, que se limitaron a terminar la primera parte con un 0-1 que les dejaba prácticamente fuera. Necesitaban cuatro goles para estar en la final.
No se rindieron porque el público estaba entregado. Sudaron la camiseta hasta el final y lo intentaron por todos los medios, pero el Barça anoche no estaba para concesiones. El único que pudo batir a Pinto fue el de siempre, Antoine Griezmann. El delantero francés remató de primeras un buen pase del Chory Castro al corazón del área.
Otro Clásico en la final copera
Barça y Madrid se volverán a cruzar en una final de la Copa del Rey, tal y como ya sucedió en 2011, cuando los blancos salieron victoriosos en Mestalla gracias a un gol de cabeza de Cristiano Ronaldo en la prórroga.
Será el cuarto enfrentamiento copero entre ambos en los últimos cuatro años. Se jugará en Sábado Santo, tres días antes de que se disputen los partidos de ida de las semifinales de la Champions League, a los que probablemente estarán citados. Iker Casillas llegará imbatido y tratará de lograr un récord histórico en un escenario que por el momento se desconoce.
