El Barça empieza a arrepentirse del fichaje de Yerry Mina. No se le considera como Dmitro Chigrinskiy, del que se escribieron muchas páginas, pero los directivos del club están decepcionados con el rendimiento del central colombiano, que desde que llegó procedente del Palmeiras ha disputado 480 minutos en LaLiga y 7 minutos en la Copa del Rey.
Se esperaba más de él
Tiene 23 años y no es ningún chaval. Es un central de futuro, pero también debería serlo de presente. En Barcelona son conscientes de que siempre es necesario un periodo de adaptación, aunque sus discretas actuaciones están generando muchas dudas.
El pasado domingo Ernesto Valverde le dio la oportunidad en el Ciutat de València. Lo malo es que a su lado no tenía a Gerard Piqué, sino que le acompañaba Thomas Vermaelen. El belga, que saldrá este verano sí o sí, se marchó lesionado para fortuna de los culés, que a pesar de ello vivieron una noche para olvidar.
Quieren darle minutos lejos de la Ciudad Condal
Yerry Mina está en la lista de futbolistas con los que no cuenta el técnico extremeño de cara a la temporada que viene. Consideran que lo mejor será buscarle acomodo en otra parte en calidad de cedido, donde pueda demostrar que está capacitado para vestir la camiseta de uno de los grandes de Europa. Eso sí, tendrá que hacerlo en Europa, en una liga potente. No sirve de nada seguir creciendo en un lugar poco competitivo, porque luego pasa lo que pasa.
El cafetero tiene contrato hasta 2023 y espera ser una pieza importante en el equipo cuanto antes. Llegó para cubrir la baja de Javier Mascherano y de momento ha contado con menos minutos que el argentino.