Con besitos, abracitos y golitos, el Barça se llevó el triunfo en El Molinón. Ganó por 1-3 a un Sporting de Gijón que poco pudo hacer para frenar a un equipo que sigue en racha. Leo Messi superó los 300 goles en Liga con un doblete, mientras que Luis Suárez falló un penalti y marcó un gol para cerrar el triunfo azulgrana en Asturias.
Doblete de Messi
Messi hizo el primero en el minuto 25 arrancando desde la banda izquierda. Fue controlando el balón hacia el centro para ganar ángulo y cuando lo vio claro preparó su cañón. Disparó con la zurda poniendo el esférico cerca del poste derecho de la portería defendida por Cuéllar, que llegó demasiado tarde.
A pesar de los pesares, los locales no se vinieron abajo e igualaron el partido dos minutos más tarde por mediación de Carlos Castro, que cazó un centro raso que fue a parar al segundo palo lanzándose en plancha para poner en pie a los aficionados.
Pero claro, la alegría dura poco en la casa del pobre y menos cuando aparece un genio llamado Messi. El argentino combinó con Suárez en el área del Sporting y resolvió con un contundente disparo.
Suárez falló un penalti, pero lo arregló después
Tras la reanudación Neymar fue derribado en el área y los catalanes disfrutaron de un nuevo penalti. Suárez asumió la responsabilidad, pero Cuéllar adivinó su intención y despejó el balón a tiempo. En lo que va de temporada ya han fallado 8 de 16 penaltis entre todas las competiciones, un dato preocupante que invita a pensar en otros lanzadores como Ivan Rakitic o Andrés Iniesta.
El uruguayo no faltó a su cita con el gol e igualó a Gonzalo Higuaín en la tabla de máximos goleadores continentales. Hizo el 1-3 definitivo con una maniobra que lo define a la perfección. Recibió en el área de espaldas, se dio la vuelta y se marchó de su par. El balón le quedó para la pierna izquierda y se sacó de la chistera un disparo con rosca que golpeó en el segundo palo antes de entrar.
Directos a por otra Liga
El Atlético de Madrid está a seis puntos y el Real Madrid a siete. Es una renta lo suficientemente cómoda como para pensar que volverán a ganar la Liga, pero todavía quedan muchas jornadas y cualquier cosa puede pasar. Eso sí, lo que está claro es que los de la capital de España no se pueden permitir ni un solo tropiezo a estas alturas si quieren llegar a la última jornada con opciones de conquistar el título.