El Atlético de Madrid cometió el mismo error que el Sevilla: dejó vivo al Leicester City. Pudo finiquitar los cuartos de final de la Champions League y no lo hizo por la falta de acierto.
La renta, a pesar de lo ajustado del resultado, es muy buena porque no encajaron ni un solo gol. Jan Oblak apenas se ensució los guantes y se espera mucho más de los ingleses en el duelo de vuelta.
Griezmann engañó a Schmeichel
El único gol que subió al marcador fue obra de Antoine Griezmann, que provocó un penalti que fue muy protestado por los visitantes. Marc Albrighton le derribó cuando enfilaba la portería, de eso no hay duda, pero se quejaron porque la acción se produjo fuera del área.
Sea como sea, el internacional francés plantó el balón en el punto de penalti y no falló ante un Kasper Schmeichel que se las prometía tan felices como en la eliminatoria ante el Sevilla. El danés hizo ver que se lanzaría al lado derecho y se lanzó hacia el lado izquierdo, justo por donde no iba a pasar el balón.
Los dejaron con vida
Los madrileños tuvieron varias opciones para ampliar el marcador y viajar al King Power Stadium con tranquilidad. Sin embargo, Koke se topó con el poste en una ocasión y no estuvieron especialmente inspirados en los últimos metros.
El Atlético casi siempre tuvo el control y el Leicester City apenas llegó a su portería. Los de Craig Shakespeare se conformaron con obtener un resultado decente para afrontar el duelo del próximo martes con opciones. Remontar un 1-0 en contra siempre es posible, pero tendrán que hacer algo más si quieren superar a Oblak aunque sea a balón parado. El Atlético no es un equipo fácil de superar y menos cuando se trata de una eliminatoria de Champions. Sin ir más lejos, con el de ayer acumulan 9 partidos consecutivos sin encajar ni un solo gol en casa en una eliminatoria de Champions.