El Atlético de Madrid sufrió anoche la primera derrota de la temporada. Fue en un partido muy importante, en el que servía para abrir la fase de grupos de la Champions League. El Olympiacos, que se niega a ser tercero en un grupo en el que también está la Juventus, tiró de oficio para ganar por 3-2 a los actuales subcampeones de Europa.
Míchel planteó muy bien la visita de los rojiblancos y los griegos aprovecharon a la perfección las ocasiones que tuvieron para batir a Jan Oblak, que ayer fue titular en detrimento de Miguel Ángel Moyá. Al Cholo Simeone no le gustaba lo que veía desde la grada, pero lo cierto es que tuvieron sus ocasiones para empatar el partido.
La efectividad marcó la diferencia
Faltó contundencia, tal y como reconoció el argentino en la rueda de prensa posterior al choque. En la Champions no le puedes perdonar la vida al rival porque normalmente te topas con jugadores experimentados y con calidad. No es que el Olympiacos tenga la mejor plantilla de Europa, desde luego, pero Masuaku, Afellay y Mitroglou no fallaron de cara a puerta.
El primer tanto de los madrileños fue obra de Mario Mandzukic, mientras que el segundo, que llegó en el minuto 86, fue cosa de Antoine Griezmann. Ahora tendrán que olvidar lo que ha sucedido en Atenas para centrarse en la Liga, pero el próximo 1 de octubre están obligados a obtener un buen resultado ante la Juventus en el Vicente Calderón.
Victoria incómoda de la Juve
La Juventus de Massimiliano Allegri no se paseó ante el Malmö sueco como muchos predecían. Los italianos tuvieron paciencia y no se dejaron intimidar por una primera parte digna de su rival, que no fue capaz de esconder sus carencias en la segunda mitad, cuando ya se le estaba acabando la gasolina.
Carlos Tévez fue la gran estrella. Marcó los dos goles para darle los tres puntos a su equipo en el día que Álvaro Morata debutó en Champions con la Juve, aunque fue suplente. La titularidad fue para Fernando Llorente, que de momento cuenta con la confianza del entrenador.