El Atlético de Madrid logró una victoria importantísima ante el Valencia que le sirvió para acercarse un poco más al Barça, ya que los catalanes no pudieron pasar del empate a un gol en campo del Espanyol. Los del Cholo Simeone se impusieron por la mínima gracias a un golazo de Ángel Correa en el minuto 59 y ahora están a 9 puntos del líder.
Victoria trabajada
El Wanda Metropolitano se vistió de gala para ver como los suyos tumbaban a un Valencia que cada vez tiene más problemas para ganar partidos. Los rojiblancos lo intentaron por activa y por pasiva, siendo merecedores de un triunfo que les afianza en la segunda posición y les permite soñar con un título que hoy por hoy está muy complicado.
Correa marcó el único tanto de la noche tras soltar un latigazo desde fuera del área que se coló por la escuadra. Neto, que minutos antes le había arrancado tres dientes a Godín de un puñetazo, no pudo evitar el gol pese a su estirada.
Griezmann se encaró con sus aficionados
El Atlético fue capaz de gestionar la renta, e incluso Correa estuvo a punto de hacer el segundo en otro disparo lejano. Lo que no gustó a la grada fue la actitud de Antoine Griezmann, que frenó un contraataque y fue silbado por sus aficionados. El francés, lejos de seguir a lo suyo, soltó el balón y se encaró con quienes le recriminaron la acción. El divorcio podríamos decir que es total.
Pinchazo culé en Cornellà-El Prat
El Barça sigue líder, pero ahora con 9 puntos de diferencia respecto al segundo clasificado, un Atlético que está dispuesto a pelear hasta el final. A los de Ernesto Valverde se les volvió a atragantar el Espanyol en su estadio. Gerard Moreno adelantó a los locales, pero Gerard Piqué evitó la derrota en el tramo final. El central azulgrana celebró el gol mandando a callar a los aficionados del eterno rival de Barcelona, algo que como era de esperar no gustó en absoluto.