El Atlético de Madrid no deja de reforzarse. En invierno llegarán Vitolo y Diego Costa, mientras que el próximo verano ya sabemos que llegarán Lautaro Martínez y Rodri. Lo de este último todavía no es oficial, pero es algo más que un secreto a voces que muy pronto admitirán en el Villarreal.
El futbolista formado en la cantera rojiblanca volverá a su casa tras desestimar ofertas de otros clubes importantes. Sin ir más lejos, el Barça se había interesado por su situación contractual en los últimos días.
Presente y mucho futuro
Ha sido capaz de hacerse con un puesto en el once titular aprovechando la lesión de Bruno Soriano, que muy pronto volverá. Se ha convertido en un jugador imprescindible por su buen hacer en el centro del campo, donde es todo un especialista a la hora de recuperar balones. De hecho, es uno de los 10 que más recuperan en toda LaLiga.
Está llamado a ser el sustituto natural de Sergio Busquets en la selección española, mientras que en el Atlético aspira a convertirse en el nuevo Gabi. Mide 1,90 centímetros de altura (cualquiera diría que en su día lo descartaron en el Atleti por no ser lo suficientemente alto) y solo tiene 21 años. Es internacional sub-21 y todavía tiene mucho que aprender, pero es evidente que cuenta con las cualidades necesarias para convertirse en uno de los mejores pivotes defensivos del mundo.
Renovó para elevar su cláusula de rescisión
Rodri renovó no hace demasiado para ampliar su contrato hasta el 30 de junio de 2022. Fue un gesto hacia el Villarreal, que no solo mejoró su ficha salarial, sino que también amplió su cláusula de rescisión, que pasó de 10 a 25 millones de euros.
Enrique Cerezo se ha entendido con Fernando Roig y el traspaso se cerrará por 20 millones de euros fijos + 5 variables. Firmará por cinco temporadas con el objetivo de ser titular nada más llegar.