El Athletic de Bilbao viajará a Mestalla con la tranquilidad que te da ganar el partido de ida sin recibir ni un solo gol en contra, aunque los de Ernesto Valverde se fueron a la ducha con un sabor agridulce.
Aritz Aduriz tuvo dos ocasiones de las que no suele fallar, mientras que Sabin Merino también tuvo un par que pudieron acabar en gol perfectamente. Al final, 1-0 y eliminatoria abierta, porque el Valencia todavía puede dar guerra en su estadio.
No fue un día para practicar fútbol de salón
A San Mamés le pasó factura la tromba de agua que cayó en Bilbao. El césped aguantó como pudo en buen estado, pero los charcos estaban ahí. En dicho caos reinó el Athletic, más acostumbrado a entrenar en condiciones de lluvia. Fueron los que crearon más ocasiones a lo largo de todo el partido y dio la sensación de que se sentían más cómodos que su rival.
Raúl García aprovechó un gran centro de Beñat
El único tanto de la noche lo marcó Raúl García en el minuto 20. Beñat puso en juego una falta lateral dándole rosca y potencia a un balón que pasó por el primer palo, donde el ex del Atlético llegó a cabecear para superar al australiano Mathew Ryan, al que no le valió su estirada para desviarlo a córner.
Rodrigo fue el futbolista que gozó de las mejores ocasiones del Valencia, pero se topó con un Iago Herrerín que se mostró muy seguro y mantuvo la portería a cero, algo muy importante de cara a afrontar el partido de vuelta, donde los de Neville lo darán todo para seguir vivos en la competición que puede salvar una temporada desastrosa.