Complicado, muy complicado lo tendrá Joan Laporta para fichar a Cesc Fábregas antes de las elecciones. El todavía máximo mandatario del FC Barcelona tendrá que pagar 90 millones de euros si quiere tenerlo en plantilla, o al menos eso es lo que aseguran desde Londres.
Arsene Wenger quiere que las negociaciones se alarguen al máximo para que los azulgranas pierdan interés por el centrocampista de Arenys de Mar. Le considera una pieza clave dentro del equipo, pues es sin duda el mejor jugador y todo un líder dentro y fuera de los terrenos de juego.
Así pues, no es de extrañar que hasta después del Mundial 2010 de Sudáfrica no se resuelva el que va a ser uno de los culebrones del verano. Cesc está como loco por marcharse, su padre pide al club inglés que no vaya en contra de su voluntad, la afición del Barça ya le espera con los brazos abiertos… pero el Arsenal no quiere venderlo a cualquier precio.
Y es que lo que ofrecía Laporta era ridículo. Tan sólo 35 millones de euros por un joven jugador como él que ya es todo un grande en la Premier League. Está claro que esa cantidad tendrá que ir incrementando en los próximos días si quieren que Cesc vuelva a la que fue su casa durante varios años.