Tener más posesión de balón y disparar más del doble de veces que tu rival no te asegura la victoria. Lo sabe Arsène Wenger, un gato viejo que volvió a sufrir una dolorosa derrota en Champions jugando como local ante un equipo inferior. Fue un batacazo similar al que sufrieron la temporada pasada ante el Mónaco, un recordatorio de que en Europa no hay equipo pequeño.
Batacazo sin precedentes
Dos semanas atrás el Arsenal se dejó sorprender por el Dinamo de Zagreb en Croacia, pero es que ayer se vieron superados por un Olympiacos que no esperaba la victoria ni en el mejor de sus sueños. Los griegos se llevaron el partido por 2-3 y acabaron con la paciencia de una afición que está harta de ver fracasar a los suyos.
El primero de la noche lo anotó Felipe Pardo a la salida de un córner. Corría el minuto 33 y la sorpresa saltó en el Emirates Stadium, aunque los ‘gunners’ no tardaron en igualar el marcador por mediación de Theo Walcott. El habilidoso extremo inglés marcó dos minutos más tarde rematando con suma facilidad un pase que recibió a la espalda de la defensa helena.
¿Por qué juega Ospina?
Los aficionados cogieron aire, pero lo volvieron a soltar cuando David Ospina no fue capaz de blocar un centro muy sencillo de Konstantinos Fortounis que acabó traspasando la línea de gol. Fue un error de bulto que Petr Cech presenció desde el banquillo. Incomprensiblemente, el internacional checo volvió a ser suplente. Veremos qué pasa en el próximo duelo ante el Bayern de Múnich…
Con el 1-2 se llegó al descanso, y tras la reanudación el Arsenal empató. La culpa la tuvo Alexis Sánchez, que remató de cabeza un buen centro al corazón del área para animar a los suyos. Sin embargo, un jarro de agua fría estaba preparado segundos después. Alfred Finnbogason, jugador de la Real Sociedad que llegó al Olympiacos este verano en calidad de cedido, estableció el 2-3 definitivo en el minuto 67. Remató a bocajarro un centro que fue a parar a sus botas y los aficionados que se desplazaron hasta Londres lo celebraron como si hubieran ganado la Champions.
El Bayern sigue imparable
Al que nadie le sorprende es al Bayern de Múnich. El equipo entrenado por Pep Guardiola lo ha ganado todo en la Bundesliga y en la máxima competición europea. Ayer golearon por 5-0 a un débil Dinamo de Zagreb que llegaba con alguna esperanza tras derrotar al Arsenal en la primera jornada.
Douglas Costa acabó con el optimismo croata en el minuto 13 y Robert Lewandowski inició su recital habitual en el minuto 22. El delantero polaco hizo el primero de su cuenta particular aprovechando un regalo en forma de asistencia de Thiago Alcántara. Luego llegó el 3-0 en el minuto 25 obra de Mario Götze (¡anoche fue titular!), y en el 28 Lewandowski volvió a mojar, esta vez a la salida de un córner. El polaco completó el festival de goles en la segunda parte culminando una jugada de muchos quilates.