Jürgen Klopp no quería llegar a esta situación cuando anunció su marcha del Borussia Dortmund. Lo dejó por los malos resultados y decidió emprender una nueva etapa que por ahora está en stand by. Los periodistas hablaban de año sabático y él renegaba de esa posibilidad, pero lo cierto es que a día de hoy no ha sido capaz de encontrar un nuevo hogar futbolístico.
Se habló mucho del Liverpool
Todas las piezas encajaban. El Liverpool es un club que atrae a cualquiera por su historia y es muy del perfil de Klopp, pero finalmente no llegaron a un acuerdo. Decidieron continuar con un Brendan Rodgers que no cuenta con el apoyo de la afición. El 6-1 que encajaron en la última jornada de la pasada Premier League ante el Stoke City le dejó contra las cuerdas. Hasta se escucharon cánticos que pedían el regreso de un Rafa Benítez que ya empezaba a preparar su llegada al Real Madrid. Cobraba fuerza la destitución de un hombre que un año antes estuvo a punto de conquistar la Premier con Luis Suárez a la cabeza.
¿Demasiado exigente?
Me cuesta creer que Klopp no esté entrenando. Ha habido movimientos en banquillos importantes como el del Milan y casi se producen otros cambios de patrón en clubes como el Manchester City o el propio Liverpool. Eso me hace pensar que probablemente sea muy exigente a la hora de negociar las condiciones de su futuro contrato, aunque eso es algo que no llegaremos a saber. En su día publiqué un artículo sobre los clubes que podían estar interesados en contratar sus servicios.
Objetivo Bayern
Puede que no sea exigente, solo paciente. Pep Guardiola termina contrato en el Bayern de Múnich el próximo 30 de junio y no renovará. Klopp es uno de los favoritos para ocupar su puesto cuando eso se produzca, puesto que conoce a la perfección la Bundesliga (como jugador y como entrenador) y la ha ganado en dos ocasiones dirigiendo al Borussia Dortmund. Es un candidato perfecto.
Otro factor que juega a su favor es el hecho de haber sido capaz de sacar lo mejor de Robert Lewandowski, que desde que está en el Bayern parece haber perdido algo de olfato goleador. Además, podría ser la solución a los problemas que padece Mario Götze desde que aterrizó en el Allianz Arena. Juega poco y su representante ha rajado de Guardiola públicamente. No es el que brilló bajo la batuta de Klopp, quien podría recuperarle con un par de charlas y cuatro palmaditas en la espalda. Sería cuestión de confianza.
Rechazó al Olympique de Marsella
Hay que decir que semanas atrás fue tentado por el Olympique de Marsella. Tras la inesperada dimisión de Marcelo Bielsa, los franceses negociaron con él como primera opción, pero la oferta no le convenció lo suficiente. Quiere irse a un club más grande.