Roman Abramovich tiene un buen motivo para echar a José Mourinho, pero también tiene otro que le invita a reprimirse. Los malos resultados del equipo, que marcha decimosexto en la Premier League tras haber sumado 8 puntos de 24 posibles, ejercen menos presión que los 50 millones de euros que deberían pagarle en caso de destitución. Sin duda, una cantidad récord que convertiría en calderilla a la que el Liverpool debe abonar a Brendan Rodgers, con quien todavía negocian el finiquito.
Renovó hace unos meses
El actual entrenador del Chelsea tiene un contrato en vigor que no expira hasta el 30 de junio de 2019. Se ganó una extensión del mismo tras ganar la Premier la temporada pasada, así que ahora está tranquilo sabiendo que es muy difícil que le destituyan. Eso sí, no hay que olvidar que Abramovich es todo un especialista a la hora de cargarse entrenadores.
Años atrás se gastó 16 millones de euros en despedir a Luiz Felipe Scolari y André Villas-Boas, y posteriormente se dejó otros 6 kilos en Carlo Ancelotti. Sin embargo, con Mou estamos hablando de una cifra mareante. Una cifra con la que podrían fichar a casi cualquier jugador del mundo. Por eso, al multimillonario ruso no le queda otra que armarse de paciencia con un hombre al que ha alabado en numerosas ocasiones.
No piensa dimitir a menos que…
Mourinho ha dicho muchas veces que solo se irá cuando le echen o cuando sus jugadores dejen de creer en él. Lo primero ya sabemos que es muy difícil, y lo segundo no parece muy probable por ahora. Tras la última derrota ante el Southampton, John Terry fue contundente sobre el tema: «Si alguien va a sacarnos de este agujero va a ser él».
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