Bastante caro le ha salido a Luis Suárez su último mordisco. La estrella de Uruguay se perderá los próximos 9 partidos con su selección y no podrá jugar al fútbol durante 4 meses, algo que perjudica al Liverpool, que es su club, y que podría complicar su fichaje por el FC Barcelona, con el que supuestamente ha llegado a un acuerdo.
A la FIFA no le ha temblado el pulso a la hora de sancionarle. Es más, le ha impuesto una multa de 100.000 francos suizos (unos 82.000 euros al cambio), que a decir verdad es lo de menos para un tipo que cobra millones de euros cada año, pero que sorprende por ser una cuantía muy elevada teniendo en cuenta lo que normalmente suele pagar un jugador por una agresión.
Caso omiso al recurso presentado por Uruguay
El organismo que regula el fútbol a nivel mundial no ha querido escuchar las quejas formales que presentó la Asociación Uruguaya de Fútbol y le va a dejar fuera del Mundial. Sin duda, un varapalo para las aspiraciones de los de Óscar Tabárez, que ahora tendrán que encomendarse al talento de Edinson Cavani y los cabezazos mágicos de Diego Godín para repetir el Maracanazo. El primer partido en el que se aplicará la sanción será en el Colombia – Uruguay de octavos de final que se jugará el 28 de junio.
Lo más curioso de todo es que el mordisco a Giorgio Chiellini no le dejará entrar a un recinto deportivo durante esos cuatro meses de inhabilitación. Y digo yo… ¿no se habrán pasado un poco?