Más vale malo conocido que bueno por conocer. Eso habrán pensado en el seno de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). Ayer, su presidente, José María Marin, dio a conocer el nombre del entrenador que se hará cargo de la canarinha tras el fiasco del Mundial que terminó hace una semana y media. El elegido es Dunga, exjugador y campeón del mundo en 1994 que ya se hizo cargo de la selección entre 2006 y 2010.
Su primera etapa tuvo altibajos
En esa etapa logró conquistar la Copa América 2007 y la Copa Confederaciones 2009, pero le llovieron las críticas por perder la semifinal de los Juegos Olímpicos de Pekín ante Argentina y caer en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica ante Holanda.
El resultadismo por bandera
En su comparecencia ante los medios de comunicación dejó muy claras sus intenciones. Quiere aprovechar las cosas buenas de la era Scolari y trabajará muy duro durante los próximos cuatro años para que Brasil pueda conquistar el Mundial de Brasil. Además, lanzó un mensaje en contra del «jogo bonito«, que no es precisamente el estilo de juego que iba con su predecesor:
Es muy lindo hablar sobre fútbol arte, pero la atajada de un portero también es fútbol arte. No encontraremos a un Pelé a cada momento. No podemos crear un ídolo a cada día.
¿Recado positivo o negativo para Neymar?
Creo que se equivoca porque Brasil es fútbol arte, o debería serlo. Sus jugadores lo llevan en el ADN y los aficionados no quieren ver otra cosa porque están acostumbrados a eso. Y por otra parte, al mencionar a Pelé parece que se ha acordado de Neymar. ¿Lo ha dicho para quitarle presión o porque piensa que no está a la altura del mejor futbolista brasileño de todos los tiempos? ¡Espero tus comentarios!