La segunda etapa de Dunga al frente de la selección brasileña ha terminado. Así se lo ha hecho saber la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), que ha emitido un comunicado para anunciar el cese de un hombre que ni siquiera fue capaz de meter a la Canarinha en los cuartos de final de la Copa América 2016.
Sobran las excusas
Podrá decir que el partido ante Perú fue un robo escandaloso porque lo fue, pero una selección con tanto potencial no puede depender de que el árbitro vea estas cosas para clasificarse. No estaban jugadores tan importantes como Marcelo o Neymar y eso en parte explica el bajo rendimiento ofrecido, pero sigo pensando que han fracasado estrepitosamente.
¿Cuándo volveremos a disfrutar con Brasil?
El principal problema está en el juego, que ya no puede ser calificado como «jogo bonito«. Eso parece haber pasado a la historia en Brasil, un país que siempre nos ha maravillado por la calidad técnica de sus futbolistas, que ahora mismo parecen vivir tiempos de represión.
Dunga y Luiz Felipe Scolari no representan el buen gusto por el fútbol. Si quieren volver a ser grandes tendrán que apostar por el tiki-taka, por la samba. Tienen jugadores para ello y siempre los tendrán, lo cual no quiere decir que Casemiro no tenga sitio en el equipo. Siempre va bien tener a un destructor entre tanto artista para guardar cierto equilibrio.
Toca pensar en el Mundial de Rusia
Por ahora no sabemos quién le va a suceder en el cargo con vistas a la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018, que en estos momentos pinta mal. Han jugado 6 partidos y solo han sido capaces de sumar 9 puntos, lo que les sitúa en sexta posición, a 4 puntos de Uruguay y Ecuador, que son quienes comandan la lista.