Tras 38 años trabajando para el Bayern de Múnich, el doctor Hans-Wilhelm Müller-Wohlfahrt ha decidido dedicarse a otra cosa para ser más feliz. Desde que llegó Pep Guardiola al Allianz Arena no lo ha tenido nada fácil, puesto que el técnico catalán siempre ha sido muy crítico con su trabajo. La grave lesión de Thiago Alcántara, que recayó cuando todos dábamos por hecho que volvería a los terrenos de juego, fue lo que más enemistad generó entre ambos.
Cabeza de turco
No le sentaron nada bien las críticas que recibió tras la derrota del pasado miércoles ante el Oporto en Do Dragao. Y razón no le falta, porque si analizamos los goles que encajaron podemos encontrar errores individuales que explican lo que sucedió. Es verdad que afrontaron el partido con muchas bajas por lesión, pero de ahí a culparle de la mala imagen ofrecida en Portugal…
Los piropos de Pep
En la rueda de prensa previa al choque, Guardiola ya le lanzó un dardo envenenado:
La situación es la que es: a ellos les faltan algunos dedos de la mano y a nosotros las dos manos. Es una situación difícil, pero hemos convivido con ella durante dos o tres semanas, incluso diría que durante los últimos dos años. Es cuestión de adaptarse.
Lamentaba las ausencias de hombres tan importantes como Javi Martínez, Bastian Schweinsteiger, Franck Ribéry, Arjen Robben o David Alaba. Y claro, después de la derrota el cabreo todavía fue mayor.
Aplausos desafortunados
Otros tres miembros del staff técnico del Bayern han abandonado el club, así que tendrán que moverse con celeridad para cubrir las bajas. La derrota ante el Oporto ha escocido, pero todavía dolió más lo que sucedió la semana pasada en el duelo de Copa ante el Bayer Leverkusen. Cuando se lesionó Mehdi Benatia, Guardiola reaccionó de esta forma dirigiéndose a Hans-Wilhelm Müller-Wohlfahrt: