Se nota que Diego Costa está fino, y también se nota que Iker Casillas ya no está tan ágil como cuando tenía 20 años. El delantero centro del Chelsea cumplió 26 años ayer y lo celebró de la mejor forma posible, marcando un golazo en un entrenamiento de la selección española.
El hispano-brasileño recibió un buen pase de Jordi Alba libre de marca y se plantó ante el portero del Real Madrid. Se midieron en un divertido mano a mano que terminó con el balón dentro de la portería.
También sabe fintar
Costa se zafó de Casillas con un gran regate que demuestra que no solo es un rematador nato. Se llevó el balón hacia la línea de fondo y amagó con recortar hacia el centro. Eso le permitió ganar unos centímetros con los que pudo apurar su carrera hasta plantarse delante de la portería para empujar el balón a gol. Seguro que no tardará en mojar en un partido oficial.