El culebrón Diego Costa está a punto de llegar a su fin. El delantero del Atlético de Madrid ha dado el paso más importante, el de decir con qué selección quiere jugar de forma oficial. Los partidos amistosos que disputó con la selección brasileña no sirven de nada porque ha firmado ante notario un escrito en el que expresa su deseo de defender los colores de ‘La Roja‘.
Ha preferido la sinceridad de Vicente del Bosque. El oportunismo de Luiz Felipe Scolari no le ha convencido y por eso jugará con una selección que no es la de su país de nacimiento. No hay que olvidar que nació en Lagarto hace 25 años, aunque llegó a España en 2007 y desde entonces se siente muy cómodo. Y que conste que con esto no quiero justificar que pueda jugar con la selección española, más que nada porque yo siempre he sido de los que piensan que los jugadores deben defender los colores de su país natal.
Scolari estalla
Scolari no ha tardado en valorar lo que ha sucedido en las últimas horas. Cabreado a más no poder, ha emitido un comunicado oficial en caliente que le cierra las puertas por completo, aunque la Confederación Brasileña de Fútbol va a pelear por él hasta el último momento (aunque solo sea para que se quede sin jugar el Mundial):
Un jugador brasileño que se recusa a vestir la camiseta de la selección brasileña y a disputar una Copa del Mundo en su país sólo puede estar automáticamente desconvocado. Él le está dando la espalda a un sueño de millones, el de representar a nuestra selección pentacampeona en una Copa del Mundo en Brasil.
Carlos Alberto Parreira, coordinador técnico de la selección, también es de la opinión de Scolari. No le ha gustado nada el comportamiento de su compatriota y si por él fuera no le volvería a convocar.
Y yo me pregunto… ¿No fue Scolari quien convenció a Pepe y Deco para que jugaran con Portugal cuando era el seleccionador luso? Qué poquita memoria tienen algunos cuando no les interesa.