Como dirían por esos lares, David Villa está ‘on fire’. El delantero asturiano del New York City FC ya acumula 8 goles en 15 partidos desde que defiende la camiseta de una franquicia que muy pronto contará con la participación de dos peloteros de cuidado. Me refiero a Frank Lampard y Andrea Pirlo, dos socios de lujo para el máximo goleador de la historia de la selección española.
Al rescate con mucha clase
En el último partido disputado ayer ante los Montreal Impact, el de Tuilla firmó dos grandes goles para darle los tres puntos a los suyos. Primero abrió la lata en el minuto 34 tras recibir una buena asistencia de Patrick Michael Mullins. Recibió un tanto escorado en banda izquierda, pero lejos de recortar hacia el centro para soltar el derechazo, se fue de su par por velocidad y soltó un zurdazo que sorprendió a Evan Bush.
Los locales igualaron la contienda por mediación de Ignacio Piatti. El centrocampista argentino marcó de penalti en el minuto 77 y parecía que el empate iba a ser el resultado definitivo, pero entonces apareció Villa una vez más. Provocó una falta al borde del área que el árbitro señaló sin dar la ley de la ventaja. Fue lo mejor que le podía pasar al New York City FC, ya que el ‘7’ estaba preparado para hacer de las suyas una vez más. Su lanzamiento de falta se coló muy cerca del poste izquierdo de la portería defendida por un Bush que pudo hacer algo más para evitar el gol.