Quién se lo iba a decir cuando abandonó Stamford Bridge en julio de 2014 para jugar en el PSG al lado de su compatriota Thiago Silva. David Luiz cambió Londres por París porque los franceses le ofrecieron un buen contrato. El Chelsea también aceptó porque pagaron 50 millones de euros, una cantidad récord tratándose de un defensa.
Le esperan con los brazos abiertos
Hoy, dos años después, el brasileño está de vuelta y jugará a las órdenes de Antonio Conte, que de esta forma se ha quitado de la cabeza el fichaje de Leonardo Bonucci, el número uno en su lista de preferencias.
Por él han pagado menos de lo que recibieron en su día. Eso sí, son 40 millones de euros que no son cualquier cosa. Me parece una cantidad disparatada por un hombre de 29 años que no ha demostrado ser uno de los mejores centrales del mundo. De lo contrario Luis Suárez no le habría dejado en evidencia en aquella eliminatoria de la Champions League que acabó con ellos.
Unai Emery ha aceptado la marcha de David Luiz porque confía en Thiago Silva y en Presnel Kimpembe. Este último ha sorprendido jugando los tres partidos de la Ligue uno que han disputado hasta la fecha. Apunta a titular indiscutible, ya que Marquinhos todavía no ha disputado ni un solo minuto. ¿Tal vez porque estaban esperando a ver qué pasaba con su futuro? No lo sé, pero en todo caso me parece un jugador muy capacitado para ser uno de los centrales titulares del todopoderoso PSG.