Juan Guillermo Cuadrado sigue en la Fiorentina. Hizo un Mundial de Brasil espectacular y los grandes llamaron a su puerta, pero ninguno se atrevió a pagar los 40 millones de euros que por aquel entonces figuraban en su cláusula de rescisión.
El futbolista colombiano extendió su contrato hasta el 30 de junio de 2019 mejorando sus condiciones salariales y reduciendo la cláusula 5 millones, algo que hizo consciente de que si continúa jugando a un nivel tan alto tarde o temprano fichará por un equipo como el Chelsea.
Fue pretendido por el Barça y el City también le quiere
El Barça le quiso y no le fichó por falta de contundencia en la oferta. Ahora tendrán que esperar a 2016, y eso es un problema muy serio teniendo en cuenta que José Mourinho ya ha descolgado el teléfono para hablar con su representante. Quieren convencerle de que en Stamford Bridge vivirá los mejores años de su carrera deportiva, algo para lo que sinceramente no creo que tengan muchos problemas. Lo malo es que otros como el Manchester City también andan al acecho.
Tienen una moneda de cambio
El principal inconveniente es la negociación entre clubes. La Fiorentina no se va a bajar del burro, y es por ello que Roman Abramovich ya prepara una oferta en la que podría entrar André Schürrle. El delantero alemán no cuenta con la confianza de Mou y ya se ha hablado de su hipotética marcha al Wolfsburgo, pero mientras eso no se produzca siempre podrá entrar como moneda de cambio en el traspaso de Cuadrado al Chelsea.