Cualquiera diría que tiene 33 años. Cristiano Ronaldo no ha madurado. Parecía que sí, porque ya no decía tantas veces que era el mejor y el más guapo, pero lo cierto es que sigue teniendo la misma mentalidad que un niño de 7 años cuando se trata de abordar ciertos temas.
Lo pudimos comprobar nuevamente tras la consecución de la Champions League en Kiev. No tuvo el protagonismo que le habría gustado sobre el césped y decidió otorgárselo atrayendo la atención de los medios de comunicación.
Su ego no le permitió cerrar la boca
CR7 soltó una bomba de relojería cuando no tocaba. Dejó caer que no seguiría en el Madrid, o que como mínimo iba a ser muy difícil. Lo dijo mientras sus compañeros hacían lo que tenían que hacer, celebrar el título con una sonrisa de oreja a oreja junto a los aficionados que se pegaron el palizón para estar en el Olímpico de Kiev.
Fue una falta de respeto, un comentario desafortunado por el momento en el que lo dijo. El madridismo dejó de celebrar la Champions con la misma alegría que las dos anteriores porque empezó a preocuparse por el futuro del portugués. Eso los que consideran que tiene que quedarse a toda costa, porque hay muchos madridistas que no tirarían la casa por la ventana por un jugador que ya tiene 33 años.
Una cuestión de dinero
A Cristiano le ha dolido mucho que el Madrid todavía no le haya presentado una oferta de renovación que le acerque a los sueldos que cobran Leo Messi (50 millones de euros netos) y Neymar (37 millones de euros netos). Los Balones de Oro que ha ganado le legitiman para pedir una ficha similar, pero debería tener en cuenta que ya tiene 33 años y no se le puede ofrecer un contrato desproporcionado. Mucho dinero sí, pero muchos años no. En todo caso un par de temporadas más cobrando mejor que ahora, pero ya está.
Si finalmente hace las maletas, lo lógico es pensar que se irá al PSG, que es el club que más le puede ofrecer, sobre todo si Neymar recorre el camino contrario, el que le llevaría al Santiago Bernabéu.
Gracias Cristiano… y adiós
Cristiano es probablemente el mejor jugador de la historia del Madrid, pero todo el mundo tiene fecha de caducidad y hay ciertas actitudes que deberían pasar factura.
Artículo relacionado: Bale y Karius hicieron real la decimotercera Champions del Madrid