Los jugadores del Real Madrid tenían muy pocas ganas de hablar tras la derrota de ayer ante el Schalke 04. Se clasificaron gracias al 0-2 logrado en Gelsenkirchen, pero la imagen que dieron en el Santiago Bernabéu fue pésima.
Como suele ser habitual, uno de los que peor encajó el resultado fue Cristiano Ronaldo, que en zona mixta se limitó a decir que no volverá a hablar ante los medios de comunicación hasta final de temporada. Tal cual: «No voy a hablar más hasta final de temporada».
Pasó vergüenza
El portugués salvó a su equipo con los dos goles que marcó en la primera parte, pero no estaba satisfecho. Sin ir más lejos, en el césped se pudo apreciar como le decía a Karim Benzema que lo que estaba ocurriendo era una vergüenza. Tiene muy mal perder y lo pasa mal cuando se dan partidos tan malos como el de ayer, motivo por el cual no quería saludar al público al término del partido.
Casillas le invitó al centro del campo
Iker Casillas hizo bien reuniendo a CR7 y al resto para aplaudir a quienes tuvieron que sufrir en vivo y en directo. Nunca hay que perder las formas y siempre hay que comportarse bien con la gente, tanto en las buenas como en las malas. Los pitos, los abucheos y la pañolada invitaban a irse al vestuario corriendo, pero lo correcto siempre es aguantar el chaparrón y agradecer la presencia de los aficionados.
Enfadado con la grada
Tampoco anduvo fino en la celebración de sus dos goles. Los celebró con rabia, como recriminando al público su actitud. ¿Acaso no se ha enterado de que el del Bernabéu es uno de los públicos más exigentes del mundo? Si quiere aficionados que aplauden hasta en las derrotas, que se vaya a San Mamés o que pregunte por cualquier club inglés. Supongo que al experimentarlo en primera persona en el Manchester United lo echa de menos. Normal.