Cristiano Ronaldo está en racha y va lanzado. Si no pasa nada raro en los poco más de tres meses que restan de competición para que termine el año, el portugués logrará su tercer Balón de Oro, el segundo consecutivo. Eso le situará a un Balón de Oro de Leo Messi, que no empezó demasiado bien el año y que poco a poco se está poniendo a tono, aunque por el momento no ha vuelto a recuperar su mejor nivel.
No se concede ni un respiro
La FIFA tendrá que rendirse a sus pies una vez más porque es el mejor jugador del planeta en estos momentos. Se ha recuperado de los problemas físicos que le llevaron a disputar un Mundial de Brasil discreto y ahora no tiene techo. Acumula nueve goles en Liga gracias a los cuatro que le endosó el pasado martes al Elche (dos de penalti, es verdad) y tengo la sensación de que va a completar una temporada para enmarcar.
CR7 nunca ha dejado de tener hambre y quiere más, tanto a nivel colectivo como individual. Es un futbolista insaciable, un profesional como la copa de un pino que sigue trabajando su cuerpo a sabiendas de la incidencia que tiene en su éxito. Tiene calidad, visión de juego y muchas cualidades propias de un jugón, pero es su físico el que le convierte en un extraterrestre.
Otro aspecto positivo es que su carácter ha cambiado a mejor. Hace años le criticaba abiertamente por su chulería, pero ahora hay que decir que está bastante más relajado. Todavía suelta alguna perla de vez en cuando, pero se le ve más humilde, consciente de que no le favorece decir tonterías.
¿Tú qué opinas sobre el Balón de Oro que se entregará en enero de 2015? ¿Se lo darías a él?