Sobre Cristiano Ronaldo puede girar un debate que probablemente no se acabaría nunca. La estrella del Real Madrid ha demostrado que es capaz de lo mejor y de lo peor en una misma temporada, y al final lo que nos queda es el regusto amargo de su bajo rendimiento en partidos tan importantes como los de la semifinal de la Champions League.
Apagado y gris
En Turín le temían más que a nadie, pero al final fue menos incisivo de lo que se presumía. Lejos de liderar a su equipo hacia una nueva final, estuvo desaparecido y no tiró del carro. El gol que marcó en el Juventus Stadium fue anecdótico porque no sirvió de nada y porque solo tuvo que empujar un centro de James Rodríguez, que por cierto estuvo bastante mejor que él en la ida y en la vuelta.
¿Un Madrid sin Cristiano?
Es una locura pensar que abandonará el Madrid este verano, aunque algún periodista de la capital cree que se irá junto a Iker Casillas. Yo particularmente pienso que cumplirá con su contrato hasta el final a no ser que la temporada que viene sea catastrófica. Al fin y al cabo, a Cristiano le acompañan los números.
Destaca cuando no toca
Le acompañan porque suele hacerlo muy bien en partidos que no son tan trascendentales. Se le da bien golear al Almería, al Granada, al Eibar o al Deportivo de La Coruña. Sin embargo, cuando hay que dar la cara ante un grande se esconde. Al menos esa es la sensación que casi siempre había tenido con él y que se había despejado con sus buenas actuaciones en ciertos partidos importantes, pero en esta eliminatoria de Champions me ha vuelto a demostrar que le falta personalidad para demostrar que es el mejor cuando hay que demostrarlo.
Sus números
Ahora mismo es Pichichi de la Liga con 42 goles y acumula 15 asistencias. En la Champions son 10 goles y 3 asistencias, así que es cuanto menos osado decir que ha tenido un mal año. De todas formas, hay quienes le critican tras la derrota y no ven con malos ojos que le traspasen si con ello se recauda mucho dinero.