La Copa de África ha llegado a su fin. Costa de Marfil, la selección que partía como favorita, se alzó con el título después de tumbar a Ghana en una tanda de penaltis maratoniana. Se lanzaron nada más y nada menos que 22 hasta que los Yaya Touré, Gervinho y compañía pudieron celebrar el título por todo lo alto sobre el césped del estadio de Bata.
Duelo de titanes
Los 90 minutos reglamentarios terminaron con 0-0 en el marcador. Hubo mucha intensidad y ambas selecciones salieron a por todas, pero ninguna estuvo acertada en los metros finales. Dominaba Costa de Marfil, aunque las ocasiones más claras eran para los ghaneses. Gyan y Ayew llevaban mucho peligro a la portería rival y estuvieron a punto de encontrar el premio que andaban buscando.
Tampoco lo encontraron los marfileños, que a falta de 10 minutos para el final tuvieron una ocasión muy clara que desbarató Brimah. Así las cosas, se llegó a la prórroga y el electrónico tampoco se movió. Todo se iba a decidir en una tanda de penaltis no apta para cardiacos, ya que todos los jugadores, incluidos los porteros, tuvieron que plantar el balón para disparar a puerta. No se libró ni uno.
Portero goleador
Costa de Marfil falló sus dos primeros penaltis y Ghana los anotó. Eso nos hacía presagiar que la tanda de penaltis ya estaba prácticamente terminada, pero los campeones lograron igualarla y forzaron el clásico desempate que en esta ocasión se alargó hasta el penalti número 22. Fue entonces cuando Barry, portero de los ‘Elefantes’, se erigió como ídolo de sus compatriotas. Detuvo justo antes un penalti y después marcó el suyo con suma tranquilidad. Ya tenían su segunda Copa de África y la había ganado con todo merecimiento.