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Consejos para ser un buen central

Mats Hummels
La posición de defensa central es una de las más importantes en el mundo del fútbol. Los equipos normalmente colocan dos centrales para proteger a su portero; dos hombres que deben entenderse a las mil maravillas a la hora de marcar a los delanteros del equipo rival. Que una defensa sea más o menos fiable depende en gran parte de ellos, ya que los laterales no solo están para defender, sino que también se suman al ataque de vez en cuando.

Si quieres convertirte en un buen central, tendrás que hacer todo lo posible por reunir las características que cito a continuación poniendo un ejemplo para cada una de ellas.

Contundencia

Los centrales suelen ser los tipos duros del equipo. No es un requisito imprescindible, pero es lo que estamos acostumbrados a ver. No hay que complicarse y hay que ir fuerte al cruce, sin dudas y sin arrugarse. Eso no solo desbarata ocasiones de gol, sino que también sirve de aviso para los delanteros, que saben que van a tener complicado superar a un muro que no se rompe con cualquier pase o regate.

Un buen ejemplo de central contundente es el de Nicolás Otamendi. El futbolista del Manchester City demostró su valía en el Valencia y sigue rindiendo a un gran nivel en la Premier League, donde ya tiene su público.

Colocación

De nada sirve ser contundente si no se llega a tiempo. El estar bien colocado es vital, y eso lo saben los centrales que acumulan muchos años de experiencia. Debes dejar una distancia prudencial respecto al delantero que se supone que debes marcar, y nunca puedes ir a por un balón aéreo si tu compañero ha ido antes a por él. Eso podría propiciar que un jugador del equipo rival aprovechara un balón peinado a la espalda de los centrales.

En este apartado creo que es justo mencionar a Javier Mascherano. No tiene la altura que se supone que debe tener un central, pero se coloca tan bien que cumple con su trabajo a la perfección. Luis Enrique está encantado y le prefiere por delante de Thomas Vermaelen, Jérémy Mathieu y Marc Bartra, que a diferencia del argentino sí son centrales desde hace mucho tiempo.

Sangre fría

En los momentos más delicados un central debe mantener la cabeza fría. Es importante a la hora de recuperar el balón en el área lanzándose al suelo a sabiendas de que el árbitro puede pitar penalti, pero también es importante a la hora de sacar el balón jugado ante la presión de los rivales. Ponerse nervioso no sirve de nada y multiplica tus posibilidades de cometer un error.

Un buen ejemplo de sangre fría es el que nos da Gerard Piqué, que por eso de sacar el balón jugado por el suelo arriesga más de lo que debería. Es el estilo Barça, el que mamó desde que era un niño.

Liderazgo

Los centrales suelen ser líderes. Suelen ser futbolistas que mandan más allá de los entrenadores y los porteros, que son los que suelen pasarse todo el partido chillando. Hay muchos centrales que son capitanes de sus equipos y eso no es ninguna casualidad. Desde atrás ven el fútbol mejor que los centrocampistas, los delanteros o los laterales. Además, deben poner orden para que no se generen demasiados espacios entre líneas.

Un buen líder es Sergio Ramos. El capitán del Real Madrid habla con sus compañeros durante todo el partido para intentar corregir errores. También anima a los suyos y les abronca cuando hay que hacerlo.

Juego aéreo

Como hay equipos que suelen buscar a su punta con balones largos, los centrales de envergadura están muy bien vistos, lo cual no quiere decir que haya centrales bajitos de mucho nivel, como es el caso de Fabio Cannavaro, que ganó un Balón de Oro. Dominar el juego aéreo te evita disgustos en defensa y hasta te puede dar goles en acciones a balón parado.

Un artista del juego aéreo es Diego Godín. El uruguayo se las lleva casi todas por arriba y ha marcado goles muy importantes con la cabeza.

Salida de balón

Para terminar, y esto ya es opcional en función del equipo al que vayas a parar, creo que es de agradecer que un central sea hábil con el balón en los pies y sepa jugarlo por el suelo. Salir al ataque con un pelotazo lo sabe hacer cualquiera, pero buscar a los medios e incluso a los puntas que vienen a recibir ya es otra cosa.

Si tuviera que elegir a un central que la saca jugando con mucha calidad me decantaría por Mats Hummels. El futbolista del Borrusia Dortmund es de los que levantan la cabeza para jugar a ras de césped. Por eso Pep Guardiola intentó llevárselo al Barça.

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