Mala noche para los dos únicos equipos ingleses que todavía siguen vivos en la Europa League. Tanto el Manchester City como el Liverpool cayeron a domicilio en sus respectivos partidos de ida de los octavos de final. Lo peor de todo es que lo hicieron sin poder marcar, lo cual puede ser una los importante de cara al partido de vuelta.
Los de Kenny Dalglish mostraron su peor cara ante un Sporting Braga que ya demostró ante el Sevilla en la previa de la Champions League que es un equipo a tener muy en cuenta. Los portugueses, que marchan séptimos en su liga, pasaron por encima de un Liverpool que ofreció muy poco. Osorio marcó el único tanto del partido en el minuto 18 al transformar un penalti cometido por Kyrgiakos (todavía no me explico que hace este hombre jugando en un equipo como el Liverpool). En la segunda mitad los ingleses lo intentaron por activa y por pasiva, pero el orden del Braga fue suficiente para que el marcador no se moviera.
Peor le fue al Manchester City. Los de Roberto Mancini cayeron por 2-0 ante un Dinamo de Moscú que se mostró muy superior en todo momento. Al City, como le sucede por ejemplo al Chelsea, le sobra músculo y le falta calidad. Ballotelli, Dzeko y Tévez formaron tridente ofensivo en ataque, pero de nada sirvió ante los goles de Shevchenko en la primera mitad y Gusiev en la segunda.