Increíble lo de la UEFA. ¿No hay horas durante el día para realizar un control antidopaje que no sea de madrugada? Eso mismo es lo que se preguntó Cesc Fábregas cuando le despertaron a las 6 de la mañana. No era una pesadilla, era un requerimiento que tenía que cumplir sí o sí.
Concentrado con la selección española en Madrid, el futbolista del Barça se levantó con cara de zombi para llenar de orina uno de esos tubitos que luego son analizados con detenimiento. Por suerte se lo tomó con sentido del humor y subió una foto a Instagram con comentario incluido:
Control antidoping a las 6 de la mañana y yo sin poder ir al baño. Hacerlo un dia antes de partido… Increíble. #muchosueño.