El Real Madrid no se paseó por Sofía como algunos creían. Sufrió de lo lindo para llevarse los tres puntos ante un rival ordenado y con ganas de hacer grandes cosas en la primera Champions League que disputan. Estuvieron a punto de dar la sorpresa en Anfield y ayer tampoco les falto demasiado para arrancar un empate ante el actual campeón.
Finalmente los de Carlo Ancelotti se llevaron el partido por 1-2. Los búlgaros del Ludogorets se adelantaron en el minuto 6 por mediación de Marcelinho, que remató en el segundo palo un balón que peinado por uno de sus compañeros a la salida de un córner. Sergio Ramos no estuvo atento, Iker Casillas se quedó como una estatua bajo palos y Álvaro Arbeloa se desentendió de su marca y del balón y cuando quiso reaccionar ya era demasiado tarde.
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