El Albacete dio la sorpresa en el Vicente Calderón y se clasificó para los octavos de final de la Copa del Rey contra todo pronóstico. Los manchegos no solo mantuvieron el 2-1 de la ida, sino que se llevaron el triunfo por la mínima ante un Atlético de Madrid que está tocado y hundido. Ha sido el último partido de Gregorio Manzano en el banquillo y probablemente también debería serlo para más de un integrante de la plantilla que no da la talla cuando se viste de corto.

Víctor Curto marcó el único tanto del partido a los 20 segundos. Sorprendió a un frío Sergio Asenjo con un disparo seco desde la frontal del área. Todavía quedaba mucho partido y los rojiblancos podían remontar, aunque lo cierto es que nunca dio la sensación de que fueran capaces de hacerlo. Estrellas como Diego, Falcao o Adrián fueron incapaces de perforar la portería defendida por Campos. Una noche más de surrealismo para una afición que está cansada y que ve la solución en la figura de Diego Simeone. A alguien tendrán que encomendarse para salir del pozo sin fondo en el que se han metido…