El Real Madrid ha terminado la Liga de manera muy triste y encadenando 4 derrotas consecutivas. Desde el 2-6 del Barça en el Barnebéu, el equipo de Juande Ramos no ha levantado cabeza y ha dado la competición doméstica por perdida y ofreciendo una imagen muy pobre. Está claro que para la temporada que viene habrá una importante remodelación en la plantilla, o al menos así debería ser.
El Mallorca vino a la capital de España a disfrutar con la salvación en su bolsillo. Ambos conjuntos no se jugaban nada y es por ello que se vio un partido bastante vistoso, con ocasiones y escasas interrupciones en el juego.
Higuaín, uno de los pocos que se salvan este año, anotó el 1-0 en el minuto 20 rematando de cabeza un centro impecable de Van der Vaart. Antes del descanso, Arango remachó a placer un pase muy bueno de Aduriz superando a Casillas por bajo. Con el 1-1 ambos equipos enfilaron el túnel de vestuarios.
La segunda mitad fue también muy abierta. Aunque se esperaba mucho más del Madrid para despedirse dignamente de su afición, el Mallorca puso los goles. Primero Cléber Santana en el 59 y después Keita en el 72, terminaron de sentenciar a un equipo que ahora mismo está roto. Fabio Cannavaro se despidió de la afición de Chamartín en el peor partido posible, con poca gente en las gradas y con silbidos en protesta por el mal juego del equipo.