Más de uno y de dos se llevaron las manos a la cabeza cuando se enteraron de que el Barça iba a pagar 40 millones de euros por Paulinho. Era su cláusula de rescisión, el montante que exigía el Guangzhou Evergrande para dejar salir a una de sus grandes estrellas.
Los catalanes llevaban un tiempo siguiéndole y Ernesto Valverde aprobó su contratación consciente de que era un perfil de jugador que no tenía en su plantilla. La operación se cerró relativamente rápido porque el brasileño estaba como loco por volver a Europa, donde su única experiencia en el Tottenham (dejo a un lado que militó en el Vilnius lituano y en el Lodz polaco cuando era muy joven) no fue nada satisfactoria.
SEGUIR LEYENDO «¿Llegaremos a decir que Paulinho le salió barato al Barça?»