Iker Casillas vuelve a estar en boca de todos. En las últimas semanas estaba más relajado porque el público del Santiago Bernabéu no le silbaba tanto, pero tras el partido de anoche las cosas pueden volverse en su contra una vez más.
El capitán de la selección española no vivió sus mejores 90 minutos en Eslovaquia. Empezó muy bien, desbaratando una buena ocasión de los locales, pero en el minuto 19 se tragó un lanzamiento de falta lejano de Juraj Kucka que no llevaba mucho peligro. Es verdad que el balón no siguió una trayectoria ortodoxa, pero no menos cierto es que un portero como él nunca ha encajado goles de esa guisa. ¿Será porque ya no es el mismo?
Difícil defender su titularidad
No tardó en agachar la cabeza y lamentar su error. Los «Casillistas» trataban de justificar el gol, pero hay que ser honesto y reconocer que no estuvo nada fino. En el segundo tanto que encajó no pudo hacer demasiado, pero en el primero se esperaba mucho más de él.
Veremos qué es lo que hace Vicente del Bosque en el próximo partido ante Luxemburgo. Los centroeuropeos no deberían crear muchas ocasiones de gol, así que no será trascendental su decisión, pero creo que ya va siendo hora de apostar por David de Gea, un portero que curtido en la Premier League que a mí particularmente me transmite mucha seguridad.
Ahora es probable que los fans de Casillas no estén de acuerdo con artículos como este. No les gusta que se hable mal de él porque ha sido el mejor portero español de todos los tiempos, pero deberían saber que en esta vida todo tiene una fecha de caducidad. Nadie debería ser intocable.