La despedida de Iker Casillas no fue una despedida multitudinaria. Sí por el número de periodistas que se agolparon en la sala de prensa del Santiago Bernabéu, pero no por los que estuvieron al lado del ya exportero del Real Madrid.
Iker quería estar solo, que es como se ha sentido durante mucho tiempo, aunque hoy a las 13:00 horas volveremos a verle en un acto de despedida organizado por el club.
Preparó un discurso muy medido y no admitió preguntas. Quería darle las gracias al madridismo y también al Oporto, que es el club que ha confiado en él cuando Florentino Pérez le ha abierto las puertas de salida de par en par.
Las lágrimas de un adiós
Como era de esperar, se emocionó antes de leer lo que había preparado en casa. No fue un momento fácil, ya que 25 años en el club dan para mucho. Como bien dijo, dan para reír, para llorar, para celebrar títulos, para encajar derrotas…
Lo que más me ha gustado es que una vez más ha demostrado ser una persona humilde, sencilla. Pese a ser uno de los mejores jugadores de la historia del club, quiere que los aficionados le recuerden por ser «buena persona«.
Por último, tal y como podrás escuchar en el vídeo de su despedida que se muestra a continuación, dejó claro que seguirá sintiendo los colores de un club que se lo ha dado todo:
Nunca os podré olvidar y estad seguros de que allá donde vaya seguiré gritando: ¡Hala Madrid!