José Mourinho vivió un partido plácido ante el Real Zaragoza. Su equipo no sufrió más que en los primeros 15 minutos y el resultado final de 1-3 les mantiene a dos puntos del FC Barcelona. Sin embargo, se llevó un mal recuerdo de La Romareda, pues a punto estuvo de abrirse la cabeza con el banquillo. Afortunadamente, la cosa no pasó a mayores y no tuvieron que ponerle puntos ni nada de eso.