Gabriel Brazenas, el árbitro encargado de dirigir el Vélez – Huracán que se disputó este domingo y que decidió el torneo Clausura a favor de los primeros, reconoció que sus errores influyeron en el resultado. Su actuación fue muy criticada por toda la prensa mundial y ahora sale al paso con unas declaraciones que dicen mucho de su persona.
A pesar de que tuvo tres errores garrafales, sólo se reconoce dos de ellos porque el tercero fue culpa de uno de sus asistentes, Ricardo Casas. Hablamos del gol anulado a Eduardo Domínguez por presunta posición de fuera de juego. No lo hubo pero el gol no subió al marcador porque Casas señaló fuera de juego.
En la jugada del penalti de Carlos Arano a Fabián Cubero reconoció equivocarse por no haberlo pitado. Sin embargo, también dijo que debió pitar falta de Larrivey al meta visitante Gastón Monzón en el gol de Maximiliano Moralez.
Erré, porque apliqué un criterio que no tenía que aplicar. Cuando hago una autocrítica no puedo dejar de reconocerlo. Fueron dos errores que tuvieron que ver en el resultado del partido. Igualmente, esto lo puedo decir después de haber visto el partido cómodo por televisión, en el living de mi casa.
¿Deberían sancionar a los árbitros como se hace con los jugadores cuando son expulsados?