Brasil y México disputarán el próximo sábado la final de los Juegos Olímpicos. Las dos selecciones llegan en un momento de forma excepcional, así que es muy difícil pronosticar quién se llevará la medalla de oro. Yo apuesto por Brasil porque Neymar y compañía tienen mucha magia en sus botas, pero los aztecas son capaces de ganarle a cualquiera y han llegado a la final del torneo olímpico por méritos propios.
La canarinha se deshizo de Corea del Sur en semifinales con una facilidad pasmosa. Ganaron por 0-3 gracias a los goles de Rómulo y Leandro Damiao, este último repitiendo doblete después de hacer lo propio ante Honduras en cuartos de final. De Neymar no podemos decir mucho, pero seguro que aparecerá en la final para ser decisivo. Se le espera.
México sufrió más para deshacerse de Japón, una selección que ha sido una de las grandes sorpresas de los Juegos Olímpicos de Londres. Empezaron perdiendo pero acabaron ganando 3-1 gracias a los goles de Fabián, Peralta y Cortés. En la final no tienen nada que perder y eso jugará a su favor.
La presión es toda para Brasil porque todavía no sabe lo que es ganar una medalla de oro. Por increíble que parezca, la pentacampeona del mundo no ha sido capaz de llevarse el metal más preciado en unos Juegos. Ahora tienen una oportunidad única para lograrlo antes de que se disputen los Juegos Olímpicos de Río en 2016.