El Atlético de Madrid vivió una pesadilla anoche en Dortmund. Desde que el Cholo Simeone es su entrenador no se había visto nada igual. Los rojiblancos nunca habían caído por cuatro goles de diferencia con el argentino en el banquillo, así que lo de ayer fue un mazazo que nadie esperaba.
El actual líder de la Bundesliga, un señor equipo que anoche no contó con la participación de su goleador Paco Alcácer, fulminó a su rival por un 4-0 de los que dejan huella.
Errores infantiles, falta de concentración, poca creatividad…
Al Atlético le faltó ambición y mucho más. No tuvo la actitud que suele tener y tampoco fue capaz de crear peligro. Todo lo contrario que los alemanes, que confiaron en sus posibilidades y se colocaron en lo más alto del Grupo A de la Champions League con un pleno de victorias.
El primero de la noche llegó en la primera parte, en un disparo de Axel Witsel que golpeó en las piernas de Saúl Ñíguez antes de alojarse en el fondo de las mallas. Jan Oblak no pudo reaccionar a tiempo y se quedó clavado mirando como el balón entraba. El esloveno, por cierto, no encajaba más de tres goles en un partido desde que tenía 20 años y jugaba en el Río Ave.
El tramo final del partido fue para olvidar. Los errores se sucedieron y eso pasó factura porque el Borussia Dortmund no es un equipo de los que desaprovechan sus oportunidades. Raphael Guerreiro firmó un doblete y Jadon Sancho también vio puerta rematando a placer una asistencia de Achraf. El exmadridista se mostró a un gran nivel y no me extrañaría que volviera como sucedió con Dani Carvajal tras un año de aprendizaje en Alemania.
Triste empate del Mónaco en Brujas
Afortunadamente para el Atlético, en el otro partido del grupo el Mónaco no pasó del empate a uno en Bélgica con Thierry Henry en el banquillo. El Brujas alargó la depresión del conjunto del principado, que lo tendrá muy difícil para estar en los octavos de final de la competición.