Karim Benzema no aprende. Con lo inteligente que parece cuando tiene un balón en los pies… Lo suyo, desde luego, no es conducir. La policía le condenó en marzo de 2013 por exceso de velocidad (pagó 18.000 euros y se quedó sin carné) y el pasado mes de junio le pillaron cerca del aeropuerto conduciendo a toda castaña y sin carné.
Nunca aprende
Su última infracción tuvo lugar en la noche del pasado jueves, cuando la Policía Local de Madrid le enganchó en una glorieta de Atocha realizando un giro prohibido a más velocidad de la permitida.
Salía de cenar con unos amigos y pisó el acelerador como suele ser habitual en él. Le detuvieron, comprobaron que no tenía el carné y no se sorprendieron. En la capital de España solo hay una persona más peligrosa que él y conduce un Toyota Verso. No voy a dar más pistas.
Al no llevar el carné encima (Benzema mostró un papel que decía que le servía como permiso provisional), no les quedó más remedio que inmovilizar su coche, que no se sabe si era el Audi que les regalan a los jugadores del Madrid o uno de sus numerosos superdeportivos. Le sancionaron y ahora está pendiente de lo que le pueda pasar por su enésima infracción.
Sanciones que se toman a cachondeo
A pesar de los pesares, no creo que esté muy preocupado. Como se ha demostrado recientemente con lo del dinero defraudado a Hacienda por Leo Messi y Javier Mascherano, las leyes no están hechas para los ricos. Solo los que no tienen dinero pagan realmente por sus errores.