A David Beckham no le gustó nada la dureza con la que se emplearon los jugadores del Real Salt Lake en el partido que disputaron el pasado domingo y que terminó con la victoria de los de los angelinos por 2-1.
El centrocampista de Los Angeles Galaxy saludó a todos los jugadores del equipo rival con mucha educación. Sin embargo, al llegar a la altura del técnico, Jason Kreis, la cosa fue muy distinta. Le recriminó algunos de sus planteamientos y llegó a levantar su mano derecha de modo amenazante señalándole desde muy cerca.